martes, 12 de agosto de 2014

La grana, la sangre divina

Otra leyenda cuenta que en tiempos muy remotos dos dioses mixtecos se enfrascaron en una terrible pelea, ya que ambos deseaban ser los dueños de una hermosa nopalera que estaba cerca de sus casas. La pelea fue terrible. Los dioses se hirieron de tal manera que su sangre cubrió completamente las pencas de los nopales, y los dioses murieron desangrados. A su muerte, sus hermanos enviaron nubes a recoger la sangre. Las nubes se extendieron sobre los nopales y los cubrieron de blanco con muchas cochinillas. De estas cochinillas surgió la grana que es la sangre de estos dioses. Por lo tanto, se considera al nopal como el portador de la sangre divina y real de aquellos dioses beligerantes, y a la cochinilla como un tinte sagrado que favoreció a los otros dioses y a los seres humanos.

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