martes, 12 de enero de 2016

La madre blasfema



La tradición oral de Nayarit nos relata que desde hace mucho tiempo los pobladores de Tepic acostumbran ir en peregrinación desde tal población, hasta Talpa, Jalisco, para rendir homenaje a Nuestra Señora del Rosario de Talpa. Los peregrinos se preparan con mucho tiempo de antelación antes de partir para el santuario.


En una ocasión una familia de Tepic decidió participar en dicha peregrinación. La madre, el padre, y los tres hijos se alistaron llenos de contento por el piadoso viaje que iban a realizar, cumpliendo con sus deberes de buenos católicos. Las dos hijas hembras habían invitado a dos amiguitas para que fuesen con ellas.

Salieron todos y empezaron a caminar. A la primera semana de marcha, la madre estaba muy cansada y se quejaba por todo: por lo largo del camino, por los molestos mosquitos y por las incomodidades del viaje. Estaba tan cansada y molesta que cuando sólo faltaban tres días para llegar a Talpa, decidió regresarse a su casa. Tan aturdida y fastidiada estaba la mujer que no solamente arremetió furiosa contra su familia, sino que empezó a ofender a otros peregrinos con sus palabras mal sonantes. Parecía como su hubiera perdido el juicio. Al final blasfemó y ofendió a la Virgen de Talpa. Cuando acabó de decir sus insultos se convirtió en piedra, como castigo a su poca fe y religiosidad.

Actualmente, esta piedra se encuentra en el Panteón Hidalgo de Tepic, al lado de la Capilla dedicada a Nuestra Señora del Refugio y todos pueden visitarla. Cuentan que mide un metro de diámetro y pesa quinientos kilos. En uno de sus costados pueden verse unas letras que dicen “Madre”.

Sonia Iglesias y Cabrera

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