martes, 29 de septiembre de 2015

Victoria y Camilo




Hace muchos años en el Salón Azteca del Hotel Rosarito de Baja California, Camilo y Victoria festejaron su boda. Después de estar muy contentos en el festejo, los novios, muy enamorados, decidieron partir para iniciar su luna de miel en Europa. Tomaron la carretera que había de conducirlos a Los Ángeles para tomar el avión; iban muy tranquilos cuando de pronto empezó a llover. La lluvia arreció, casi no se veía por el parabrisas. Al llegar a la zona conocida como Cuesta Blanca, una vaca salió a la carretera y el auto se cayó al voladero al perder Camilo el control. Después de dar muchas maromas, el auto chocó contra una roca. Camilo agonizaba y Victoria se encontraba muy mal herida. Con muchos esfuerzos la recién casada subió hasta la carretera a pedir ayuda. Ninguno de los automóviles que pasó se detuvo a prestarle auxilio, tenían miedo de una joven ensangrentada y vestida de novia. Desesperada, la joven se colocó en medio de la carretera para obligar al próximo conductor a detenerse, pero el chofer no la vio y la arrolló causándole la muerte.


Cuando encontraron los cadáveres, inexplicablemente el cuerpo de Victoria se encontraba junto al del Camilo.

Desde que ocurrió este terrible hecho, el fantasma de Victoria se aparece en la carretera. Unas veces va con su albo vestido de novia, tan radiante como un sol y los conductores pierden el control y se accidentan; otras, se aparece con el vestido desgarrado y lleno de sangre. Si algún automovilista se detiene para auxiliarla, Victoria le susurra al oído: -¡Es demasiado tarde…! Y desaparece tan pronto como apareció.

Esta es la leyenda de Camilo y Victoria, dos recién casados que el destino impidió conocer Europa y amarse por toda la vida, como juraron en sus votos matrimoniales.

Sonia Iglesias y Cabrera

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