Don
Nacho Rolón vivía en unos terrenos que habían sido poblados hacía un siglo y
medio, que posteriormente recibirían el
nombre de El Remudadero en el estado de Colima. El Remudadero es ahora un
poblado que se encuentra situado en el Municipio de Comala y cuenta con cuatrocientos cincuenta y cinco
habitantes.
Un
cierto día don Nacho se encontraba recogiendo troncos secos para encender el
fogón de su casa y preparar sus alimentos, cuando se dio cuenta que uno de
ellos se asemejaba a la Virgen de Guadalupe de manera inconfundible, como si
alguien hubiese tallado el tronco a propósito. Lo separó y lo guardó en una
caja de aproximadamente treinta centímetros de largo.
Pasó
el tiempo, don Nacho se murió y la caja quedó a cargo de su hijo Eleuterio. El
hombre observó que la caja iba creciendo poco a poco y fue a avisarle a un cura
de nombre Irineo Fuentes. El sacerdote al ver el prodigio, le pidió permiso a
Eleuterio de llevar la caja con el tronco a su capilla. El hombre accedió. Y la
Virgen de Guadalupe se trasladó a la iglesia donde oficiaba el cura.
El
tiempo ha pasado y el madero que con tanto amor salvara don Nacho de ser
quemado en el hogar, mide ya más de un metro y continúa creciendo. Los
habitantes de El Remudadero veneran a la Virgen, y muchos fieles de otros
lugares acuden a lugar cada 12 de diciembre, para rendir homenaje a La Virgen que Crece, como
es conocida por aquellos rumbos colimenses. y que es muy milagrosa según
atestiguan los fieles.
Sonia
Iglesias y Cabrera
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